Palencia... castillo de
buen recato,cocina de buen yantar.
( Sta. Teresa de Jesús)
Las fértiles tierras que rodean la capital proporcionan productos
variados y de gran calidad que sirven de ingredientes para cocinar riquísimos platos
entre los que destacan los siguientes:
Para sobrellevar los fríos meses de invierno nada como la sopa castellana
preparada con pan de hogaza, mejor si es del día anterior, cocido con agua, aceite, ajo y
pimentón y aderezado con tacos de jamón serrano y huevos escalfados, o un buen cocido
castellano.
En Tierra de Campos, y sobre todo en época de matanza no puede dejar de
degustar las suculentas morcillas o las sopas morenas, realizadas con la sangre utilizadas
para hacer morcillas.
Si se acerca hasta la villa de Villarramiel no olvide probar las cecinas de
equino, estamos en Tierra de Campos dónde también se elaboran excelentes panes y hogazas
ideales para acompañar cualquier plato.
En tiempo de primavera y verano el pisto y la menestra son platos
excelentes que han trascendido los límites provinciales gracias a la gran variedad y
calidad de las verduras que se producen en la zona; se puede disfrutar de ellos sobre
todo en el mes de junio.
La codorniz también forma parte de la mesa palentina. Considerada
manjar de reyes por su exquisitez, suele prepararse guisada o escabechada.
Esta es tierra de asado y es aquí donde éste alcanza su máxima perfección, como
consecuencia de la dedicación y el cariño que se pone al cocinarlo. El lechazo hará las
delicias del paladar más exigente.
En la zona centro abundan los productos hortofrutícolas y así, en el valle de la
Ojeda se obtienen excelentes patatas, las mejores de toda la provincia, riquísimas para
prepararlas con bacalao, con callos...
Decir cangrejo es hablar de Herrera de Pisuerga. Y es que el
cangrejo de río ha dado lugar desde siempre a un excelente plato aderezado con salsa; en
honor a este crustaceo se celebra el Festival Internacional del Cangrejo de Río de
Herrera. ¿Cuándo? Todos los años, el último domingo de julio.
Obligado es citar también las carnes de esta zona muy apreciadas por su
calidad; suelen ser consumidas a la plancha o a la brasa.
Y que decir de los postres: uno de los más arraigados es el queso, del que existen
distintas variedades: semicurados, añejos, de campos... En la zona de la Nava destacan
las típicas pelusas, rosquillas de palo, magdalenas. Es costumbre en toda Palencia, en
tiempo de Carnaval, las deliciosas hojuelas u horejuelas. En invierno también son
típicos los buñuelos, los huesos de santo rellenos de nata, o chocolate.
Rosquillas, tortas típicas de Osorno, hojaldres; muy solicitados son los amarguillos
de Villoldo así como los tocinillos de cielo. Si es usted peregrino en Villalcázar de
Sirga no olvide saborear los ricos almendrados elaborados con hojaldre y almendras, y cuya
fama ha trascendido el ámbito provincial. Si visita la localidad de Carrión podrá
degustar unas buenísimas mantecadas.
Dentro del capítulo de licores hemos de referirnos a diferentes bebidas consideradas
autóctonas: el licor de endrinas, de nueces, de moras, de guindas, del peregrino...
En el norte de la provincia el clima, el estilo de vida propio del lugar, y la herencia
de buenas recetas dan personalidad propia a esta zona. De primer plato recomendamos
legumbres de caldo espeso o sopas de ajo. De segundo tiene para elegir entre
los manjares principales que son las carnes: guisadas, asadas... Y en tiempo
primaveral las sabrosas y finísimas truchas. Si es usted aficionado a exquisiteces en
esta zona se hacen maravillas con las setas, propias del terreno, y los caracoles,
muy degustados por los lugareños.
Para los más golosos aquí están los postres: jaleas o degustación natural de las
frutas naturales como los ráspanos, o arándanos; mora de zarza, a comienzos de otoño;
tortilla de manzana, frisuelos, tortilla de miel, galletas, rosquillas de Lores, y
hojaldres.
Información facilitada por Carlos Martín Iglesias. |